«¡Qué gran beneficio obtienes de Dios cuando eres generoso! Das una moneda y recibes un reino; das pan de trigo y recibes el Pan de la vida; das un bien pasajero y recibes uno eterno». Todo lo que ofreciste te será devuelto al ciento por uno» (Santo Tomás de Villanueva).
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“EL TRIUNFO DE LA JUSTICIA DE DIOS”
«No permitas que el triste espectáculo de la injusticia humana perturbe tu alma. También esta tiene su lugar en la economía de la salvación. Sobre la injusticia humana, verás surgir un día el triunfo de la justicia de Dios» (Padre Pío de Pietrelcina).
“LOS MÚLTIPLES CAMINOS DE DIOS”
«Plácido, ¿por qué me persigues? Cree en mí, que soy Cristo, y te he estado buscando durante mucho tiempo. Puesto que das limosna y practicas la misericordia, también yo seré misericordioso contigo» (Palabras de Jesús a San Eustaquio).
“UNA INTIMIDAD AUN MÁS PROFUNDA”
«Yo vivo [con los hombres] en una intimidad aun más profunda que una madre con sus hijos» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
“ALEGRÍA AUN EN LA DIFICULTAD”
«A través de mi Ley, quisiera hacerles vivir una vida más feliz» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
“DIOS PUEDE VALERSE INCLUSO DEL PECADO”
«Hijo mío, incluso el pecado puede convertirse en un peldaño que nos acerca a Dios, que nos eleva, que nos conduce aún con más seguridad hacia Él, siempre y cuando al pecado le siga el profundo dolor de haberlo cometido, cuando nos proponemos sinceramente no repetirlo, cuando sentimos lo mal que hemos actuado contra la misericordia de Dios, cuando éste es capaz de desgarrar las fibras más duras de nuestro corazón, haciendo brotar de ellas lágrimas de arrepentimiento y de amor» (San Pío de Pietrelcina).
“SERENIDAD ANTE LA DEBILIDAD”
«El caballo deja su estiércol en el establo y, aunque sea sucio y hediondo, él mismo lo lleva con gran esfuerzo al campo, del cual brota entonces un buen trigo y un vino noble y dulce, que nunca crecerían si no fuera por el estiércol. Así pues, lleva con esfuerzo y diligencia tu estiércol —es decir, aquellas debilidades que no puedes descartar, desechar ni superar— al campo de la amorosa voluntad de Dios con actitud serena. Sin duda, crecerá de él un fruto delicioso y sabroso en una humilde serenidad» (Juan Taulero).
LA MAYOR SEGURIDAD
«La mayor seguridad que podemos tener en esta vida consiste en la entrega pura e irrevocable de todo nuestro ser a las manos de Dios, así como en la decisión inquebrantable de no cometer nunca, bajo ningún concepto, ningún pecado, ya sea grande o pequeño. Nuestra seguridad no depende de si sentimos o no el amor de Dios. La gran seguridad solo radica en lo anteriormente dicho» (Carta de san Francisco de Sales a santa Juana de Chantal).
“CONSOLAR Y AMAR AL PADRE”
«También quisiera (…) que puedas dedicar media hora al día para consolarme y amarme» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Es una petición que nuestro Padre dirige a la Madre Eugenia, pero, como ella misma añade, es lo que Él desea de todos sus hijos.
“NUESTRO PADRE REPARA LO QUE HEMOS FALLADO”
«Cuando confiesas sinceramente tus errores, tus omisiones y tus deficiencias, me haces feliz, como si me hubieras confiado un tesoro. Tan pronto como tu alma se abre, mi Espíritu toma posesión de ella, sin llamar la atención, pero victorioso. ¿Qué no podría yo reparar si me dejan actuar? Entonces me complazco en adornar tu alma según mi gusto» (Palabras de Jesús a la mística Louisa Jaques).