LA OBRA DEL ESPÍRITU

Nuestro amado Padre quiere morar en nuestras almas y edificar en ellas su templo. Así como San Pablo nos dice, estamos llamados a ser templo del Espíritu Santo (1Cor 6,9). Entonces, no son solamente las majestuosas y hermosas catedrales donde el Señor mora en el Sagrario; sino que en todo momento y en todo lugar podemos encontrarlo en nuestro propio corazón, que se convierte en tabernáculo de su gracia. Así habla el Padre en el Mensaje con respecto a la acción del Espíritu Santo:

“La obra de esta Tercera Persona de mi Divinidad se realiza sin bullicio, y a menudo el hombre no lo percibe. Pero para Mí es una manera muy apropiada de permanecer, no solo en el Tabernáculo, sino también en el alma de todos aquellos que están en estado de gracia, para establecer allí Mi trono y morar siempre ahí, como un verdadero Padre que ama, protege y asiste a su hijo. ¡Nadie puede imaginar la alegría que experimento cuando estoy a solas con un alma!”

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EL CORAZÓN SENSIBLE DE DIOS

Para el Señor es importante que lo conozcamos como Él realmente es. Jesús mismo trata de transmitirnos una y otra vez la verdadera imagen del Padre. En efecto, sólo cuando tenemos la imagen correcta de Él, podemos vivir en una relación confiada con Él, tal como lo ha previsto para nosotros. Entonces resplandece aquella gozosa realidad que la luz de Dios difunde en este mundo, y se hacen realidad las palabras de Jesús: “Vosotros sois la luz del mundo” (Mt 5,14).

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EL CIELO DE DIOS EN NUESTRAS ALMAS

Nuestro Padre se complace en estar junto a nosotros, los hombres. Así nos lo asegura Él mismo:

“Concluid, oh hombres, que desde toda la eternidad he tenido un solo deseo: darme a conocer a los hombres y ser amado por ellos. ¡Deseo permanecer incesantemente junto a ellos!”

Desde la caída en el pecado, cuando el hombre perdió la relación familiar y confiada con Dios, Él no cesó de buscarlo: “Adán, ¿dónde estás?” (Gen 3,9). Estas palabras las pronuncia el Señor casi ininterrumpidamente, y se podría añadir: “¿Es que ya no me conoces?, ¿no sabes que te busco?”

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DIOS LLAMA A TODOS LOS HOMBRES

Dios introduce a los creyentes en una relación cada vez más profunda con Él, y purifica en ellos todo lo que les impide acoger plenamente su amor. Si viven en esta confianza que el Padre les pide, brillarán como “luz del mundo” (Mt 5,14).

“Y la luz brilla en las tinieblas…” (Jn 1,5) leer más

LA VERDADERA IMAGEN DE DIOS

¡Cuántas falsas imágenes de Dios nos impiden retornar confiadamente a nuestro Padre Celestial! Ya en el Paraíso el Diablo les dio a entender a nuestros primeros padres que Dios los estaba privando de algo bueno; a saber, el conocimiento del bien y del mal. 

Las fuerzas de la oscuridad siguieron sembrando estas mentiras sobre Dios, de modo que no pocas veces ha surgido en las personas una injusta e hiriente desconfianza hacia el Padre Celestial.

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