UNA LIBERACIÓN MÁS PROFUNDA

«¿Quién advierte sus propios errores? Límpiame, Señor, de las faltas ocultas» (Sal 19,13).

No siempre somos conscientes de todas las faltas que aún llevamos dentro. Nuestro autoconocimiento no llega a las últimas profundidades, por lo que es posible que aún haya contenidos en nuestro inconsciente que, una vez que los percibamos, tendremos que rechazar y llevar ante el Señor para que nos purifique.

leer más

EL TEMA INAGOTABLE

«Ven, elegida mía, y pondré mi trono en tu corazón» (Antífona del común de vírgenes).

Una y otra vez, el amor es el gran tema. No es de sorprenderse, ya que fue por amor que nuestro Padre lo creó, lo redimió y lo santifica todo. El amor es lo más grande, que otorga un sentido profundo a todo cuanto existe. Sin amor, todo sería «como bronce que resuena» (1 Co 13, 1). Por tanto, si nuestro Padre celestial nos llamó a la existencia movido por el amor, entonces este amor es lo más importante en nuestra vida. Si por un amor humano estamos dispuestos a organizar todo en función de él y a comprometernos de por vida, cuánto más hemos de estarlo cuando descubrimos el amor divino. Por su causa, podemos dejarlo todo atrás para entregarnos a él sin reservas.

leer más