“¡Yo soy el mejor de los padres! ¡Conozco las debilidades de mis criaturas! ¡Venid, venid a mí con confianza y amor! Y si os arrepentís, yo os perdonaré” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
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EL CAMINO DE LA SENCILLEZ
“Nada es difícil cuando se ama a Dios” (Venerable Anne de Guigné).
Acusaciones contra Jesús
Mc 3,20-35
En aquel tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos; y se volvió a juntar la muchedumbre, de manera que no podían ni siquiera comer. Se enteraron sus parientes y fueron a llevárselo porque decían que había perdido el juicio. Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían: “Tiene a Beelzebul, y expulsa los demonios por el príncipe de los demonios.” Y convocándolos les decía con parábolas: “¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino está dividido en su interior, ese reino no puede sostenerse; y si una casa está dividida en su interior, esa casa no podrá sostenerse. Y si Satanás se levanta contra sí mismo, entonces se encuentra dividido y no puede sostenerse, sino que ha llegado su fin. Pues nadie puede entrar en la casa de uno que es fuerte y arrebatarle sus bienes, si antes no ata al que es fuerte. Sólo entonces podrá arrebatarle su casa.
Fiesta del Inmaculado Corazón de María: “Su madre conservaba todo esto en su corazón”
Lc 2,41-51
Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén a la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió los doce años, subieron como de costumbre a la fiesta. Pasados aquellos días, ellos regresaron, pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que sus padres lo advirtieran. Creyendo que estaría en la caravana, y tras hacer un día de camino, lo buscaron entre los parientes y conocidos. Pero, al no encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca.
CUIDAR LA ARMADURA
“Manteneos siempre en la oración y la súplica, orando en toda ocasión por medio del Espíritu, velando juntos con perseverancia e intercediendo por todos los santos” (Ef 6,18).
Con esta advertencia final del Santo Apóstol, concluimos nuestra pequeña serie sobre la armadura de Dios.
El Corazón de Dios
Os 11,1.3-4.8c-9
Así dice el Señor: “Cuando Israel era niño, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Yo enseñé a andar a Efraín, tomándole por los brazos, pero no sabían que yo los cuidaba. Los atraía con cuerdas humanas, con lazos de amor; yo era para ellos como el que alza el yugo de la cerviz, me incliné y le di de comer. Mi corazón se conmueve dentro de mí; se enciende toda mi compasión. No ejecutaré el furor de mi ira, no volveré a destruir a Efraín, porque Yo soy Dios, y no hombre; el Santo en medio de ti, y no vendré con furor.”
YELMO Y ESPADA
“Recibid también el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Ef 6,17).
Una vez más, nuestro Padre nos provee de todo lo necesario para el duro combate. Como yelmo, nos ofrece la salvación en Cristo.
“La doncella de Orléans – Parte 6: El ejército del Cordero
En la meditación de ayer, terminamos con la firme certeza de que Santa Juana de Arco, junto con toda la Iglesia Celestial, se apresurará a reunir un ejército espiritual para luchar conscientemente contra las amenazas anticristianas inmanentes y ya existentes. Me gusta llamarlo “el ejército del Cordero”.
El solo término ya deja en claro que se trata de la “Esposa de Cristo”. Es el ejército del Rey del cielo y de la tierra y sus guerreros son aquellos “que siguen al Cordero a dondequiera que vaya” (Ap 14,4).
EL ESCUDO DE LA FE
“Tomad en todo momento el escudo de la fe, con el que podáis apagar los dardos encendidos del Maligno” (Ef 6,16). leer más
La doncella de Orléans – Parte 5: Santa Juana de Arco y la amenaza anticristiana
Una de nuestras grandes intenciones es que la figura y la misión de Santa Juana de Arco sean correctamente entendidas, para que Dios, que la llamó, reciba la alabanza que le es debida, y ella, que cooperó en su plan de salvación, sea honrada como merece. Juana de Arco es un gran don del Señor y es ciertamente una de las criaturas más encantadoras salidas de la mano de Dios.