EVANGELIO DE SAN JUAN (Jn 18,1-11): “Lo impensable sucede”  

Cuando acabó de hablar, salió Jesús con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón, donde había un huerto en el que entraron él y sus discípulos. Judas, el que le iba a entregar, conocía el lugar, porque Jesús se reunía frecuentemente allí con sus discípulos. Entonces Judas se llevó con él a la cohorte y a los servidores de los príncipes de los sacerdotes y de los fariseos, y llegaron allí con linternas, antorchas y armas. Jesús, que sabía todo lo que le iba a ocurrir, se adelantó y les dijo: “¿A quién buscáis?” “A Jesús el Nazareno” -le respondieron. Jesús les contestó: “Yo soy”. Judas, el que le iba a entregar, estaba con ellos. Cuando les dijo: ‘Yo soy’, se echaron hacia atrás y cayeron en tierra.

leer más

PARA GLORIA DE DIOS PADRE

“Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre” (Fil 2,11).

Reconocer a Jesús como el Señor no solo es importante en el ámbito religioso personal, sino que es la realización del plan de Dios para con toda la humanidad. Este es el designio de nuestro Padre: reunir en Cristo a toda la humanidad para concederle todo lo que le tiene preparado. Muchos pasajes de la Sagrada Escritura dan testimonio de ello.

leer más

EVANGELIO DE SAN JUAN (Jn 17,13-26): “Últimas palabras de Jesús antes de su Pasión”  

[Dijo Jesús mirando al cielo:] “Pero ahora voy a ti, y digo estas cosas en el mundo para que tengan en sí mismos la perfecta alegría que yo tengo. Yo les he dado tu palabra, pero el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como yo no soy del mundo. No te pido que los retires del mundo, sino que los guardes del Maligno. Ellos no son del mundo, como yo no soy del mundo. Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me has enviado al mundo, yo también los he enviado al mundo. Y por ellos me santifico a mí mismo, para que ellos también sean santificados en la verdad. No ruego sólo por éstos, sino también por aquellos que creerán en mí por medio de su palabra, para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a  mí.

leer más

EVANGELIO DE SAN JUAN (Jn 17,1-12): “Jesús intercede por sus discípulos”  

Así habló Jesús, y dijo mirando al cielo: “Padre, ha llegado la hora; glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti. Y que, según el poder que le has dado sobre toda carne, conceda también vida eterna a todos los que le has dado. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado en la tierra, llevando a cabo la obra que me encomendaste realizar. Ahora, Padre, glorifícame tú, junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes que el mundo existiese. He manifestado tu Nombre a los hombres que tú me has dado tomándolos del mundo. Tuyos eran y tú me los has dado; y han guardado tu palabra. Ahora ya saben que procede de ti todo lo que me has dado; porque las palabras que tú me diste se las he transmitido a ellos, y ellos las han aceptado y han reconocido en verdad que vengo de tu parte, y han creído que tú me has enviado.

leer más

EVANGELIO DE SAN JUAN (Jn 16,25-33): “Yo he vencido al mundo”  

“Os he dicho todo esto con comparaciones. Llega la hora en que ya no hablaré con comparaciones, sino que claramente os anunciaré las cosas acerca del Padre. Ese día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, ya que el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre y vine al mundo; de nuevo dejo el mundo y voy al Padre”. Le dicen sus discípulos: “Ahora sí que hablas con claridad y no usas ninguna comparación; ahora vemos que lo sabes todo, y no necesitas que nadie te pregunte; por eso creemos que has salido de Dios”. “¿Ahora creéis? -les dijo Jesús-. Mirad que llega la hora, y ya llegó, en que os dispersaréis cada uno por su lado, y me dejaréis solo, aunque no estoy solo porque el Padre está conmigo. Os he dicho esto para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis tribulación, pero tened buen ánimo: yo he vencido al mundo.” leer más

EVANGELIO DE SAN JUAN (Jn 16,16-24): “La verdadera alegría”  

“Dentro de un poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”. Sus discípulos se decían unos a otros: “¿Qué es esto que nos dice: ‘Dentro de un poco no me veréis y dentro de otro poco me volveréis a ver’, y que ‘voy al Padre’?” Y decían: “¿Qué es esto que dice: ‘Dentro de un poco’? No sabemos a qué se refiere”. Jesús conoció que se lo querían preguntar y les dijo: “Intentáis averiguar entre vosotros lo que he dicho: ‘Dentro de un poco no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver’. En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, y en cambio el mundo se alegrará; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, está triste porque ha llegado su hora, pero una vez que ha dado a luz un niño, ya no se acuerda del sufrimiento por la alegría de que ha nacido un hombre en el mundo. 

leer más