A medida que avanzamos en nuestro camino de seguimiento y el Señor ve que nos lo tomamos en serio y luchamos por la santidad, Él responde a nuestros esfuerzos enviándonos las así llamadas “purificaciones pasivas”.
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LA RED DEL CAZADOR
“Él te librará de la red del cazador” (Sal 91,3).
Si no fuera por el auxilio de nuestro Padre, no podríamos escapar de los enemigos de nuestra alma. Están demasiado empeñados en engañarnos y ponernos todo tipo de trampas. ¡Estamos en inferioridad frente a ellos!
ITINERARIO CUARESMAL | Día 19: “Sobre la oración”
Ayer habíamos hablado sobre la importancia de un ritmo regular de oración. Si éste se nos convierte en una norma, también habremos edificado un refugio para protegernos de las tentaciones del mundo, que quieren apartarnos de lo esencial y arrastrarnos hacia lo superficial.
TODO LO ENCONTRAMOS EN EL SEÑOR
“Todo lo encontrarás en mí, aun en medio de la mayor oscuridad” (Palabra interior).
Incluso en las tinieblas más densas que puedan cernirse sobre nuestra vida, nuestro Padre sigue estando presente. Puede que entonces no seamos capaces de sentirlo, pero Él está ahí. Simplemente tenemos que aferrarnos a esta certeza con un “acto desnudo de fe”.
ITINERARIO CUARESMAL | Día 18: “La oración regular”
“Señor mío y Dios mío, concédeme todo lo que me acerca a Ti” –exclama San Nicolás de Flüe en la segunda parte de su famosa oración.
En la teología mística se llamaría a esta parte del camino espiritual la “vía iluminativa”. Esto quiere decir que, después de los intensos procesos de purificación –tanto la activa (de la que ya hemos hablado un poco) como también la pasiva– podemos conocer mejor a Dios. En la vía iluminativa, la Sagrada Escritura empieza a hablarnos con más claridad, nuestra forma de orar cambia, obtenemos más luz para nuestro camino de seguimiento del Señor… En pocas palabras, el camino se torna más fácil.
“¿QUIÉN INVOCÓ AL SEÑOR Y FUE DESATENDIDO?”
“¿Quién invocó al Señor y fue desatendido?” (Sir 2,10b).
Nuevamente podemos responder con toda certeza: ¡Nadie!
Sería impensable que Dios simplemente nos desatendiera. Él conoce incluso nuestros pensamientos. “Nada se puede esconder ante ti, en tu ciencia amorosa envuelves todo y a todos” (Himno del Oficio a Dios Padre).
Escuchemos lo que nos dice el Padre en el Mensaje a la Madre Eugenia Ravasio:
ITINERARIO CUARESMAL | Día 17: “La virtud de la fortaleza y la prudencia”
Al abordar las así llamadas “virtudes cardinales”, normalmente se empezaría con la virtud de la prudencia. Sin embargo, puesto que en los días anteriores habíamos hablado de la lucha ascética contra las pasiones, conviene que primero tratemos algo sobre la virtud de la fortaleza.
“¿QUIÉN CONFIÓ EN EL SEÑOR Y QUEDÓ DEFRAUDADO?”
“¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?” (Sir 2,10).
¡Nadie! Podemos decirlo con firme convicción.
Si surgen decepciones, el problema está de nuestra parte, porque no comprendemos la Voluntad de Dios y tal vez teníamos expectativas que no se cumplieron como hubiéramos deseado. La confianza plena en Dios significa aferrarse a la certeza de que, pase lo que pase, “en todas las cosas interviene Dios para nuestro bien” (Rom 8,28), aun si no lo entendemos y la situación permanece a oscuras para nosotros.
ITINERARIO CUARESMAL | Día 16: “Retrospección y perspectiva”
Durante los últimos días de nuestro santo itinerario hacia la Fiesta de la Resurrección, hemos echado un vistazo a los vicios que asedian nuestra alma y quieren subyugarla. Al ofrecerles resistencia y combatirlos, tal como nos enseñan vivamente los maestros de la vida espiritual, estamos cooperando activamos en el proceso de purificación interior.
EL PAJARILLO EN MI VENTANA
“Mirad las aves del cielo: no siembran, ni siegan, ni almacenan en graneros, y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿Es que no valéis vosotros mucho más que ellas?” (Mt 6,26).
Seguimos hoy con el tema de la amorosa Providencia de nuestro Padre Celestial. Él quiere que vivamos verdaderamente despreocupados. ¿No es fácil comprenderlo, si consideramos que somos sus hijos? ¿Acaso no es natural que Él, siendo nuestro bondadoso Padre, se haga cargo de proveernos con todo lo que necesitamos para nuestro bien temporal y eterno? Incluso nosotros, los hombres, cuidamos de aquellos que nos han sido confiados.
