“Ahora este amor está olvidado. Quiero recordároslo para que aprendáis a conocerme tal como soy” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
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Novena de Pentecostés – Día 6: “El Espíritu Santo y María”
Si la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles en Pentecostés marca la hora del nacimiento de la Iglesia, entonces su descenso sobre María en Nazaret marca el inicio de la obra de la salvación (cf. Lc 1,35).
La Iglesia nos enseña que María fue preservada del pecado original en vista del Salvador que nacería de ella. Este es el dogma de la Inmaculada Concepción: que, por una gracia especial de Dios, la Virgen María mantuvo el estado de inocencia del Paraíso.
UN OÍDO DESPIERTO
“¡Abre el oído de tu corazón! Escuchemos con oídos despiertos” (San Benito). leer más
EL SANTO SABOR
“Dios no se complace en la cantidad de nuestro trabajo, sino en el amor con que trabajemos” (San Francisco de Sales). leer más
Novena de Pentecostés – Día 5: “El pueblo de Dios”
“Reparte tus siete dones, según la fe de tus siervos;
por tu bondad y gracia, dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.”
Los siervos de Dios, el pueblo de Dios… ¿Quién forma parte de él? Desde el punto de vista de la vocación, todos los hombres pertenecen al pueblo de Dios, pues Él quiere que todos se salven (1Tim 2,4). Por eso envió a su propio Hijo al mundo, para que conduzca a los hombres de regreso a casa, convirtiéndolos en hijos suyos.
DE PASADA
“No te detengas en nada que no sea Dios” (Beato Enrique Suso).
Conocemos una frase similar de San Agustín, diciéndonos que podemos hacer uso de todas las cosas de este mundo, pero sólo a Dios debemos disfrutar.
¿A qué se refieren estos dos maestros de la vida espiritual? ¿No fue nuestro Padre quien nos dio tantas cosas maravillosas para que nos deleiten? ¡Sin duda es así!
Novena de Pentecostés – Día 4: “Ven, divina luz”
“Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre, si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado, cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.”
NO ESTANCARSE
“Considero imposible que el amor se contente con permanecer estancado en un mismo lugar” (Santa Teresa de Ávila).
El amor no puede contentarse con permanecer estancado en un mismo lugar, porque es infinito. “Dios es amor, y el que permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1Jn 4,16).
Novena de Pentecostés – Día 3: “Fuente del mayor consuelo”
“Fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.”
El Espíritu Santo es el consolador que el Señor nos ha otorgado. El Apóstol San Pablo nos dice: “Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que se sienten atribulados, ofreciéndoles el consuelo que nosotros mismos recibimos de Dios” (2Cor 1,4).
EL TIEMPO APREMIA
“Las almas necesitan ser tocadas con ciertas caricias divinas y el tiempo apremia. ¡No temáis nada! ¡Yo soy vuestro Padre! Yo os ayudaré en vuestros esfuerzos y en vuestro trabajo” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
