«Cuando estoy en vosotros, os doy directamente cuanto poseo, siempre y cuando me lo pidáis» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
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Fidelidad hasta la muerte
2Mac 6,18-31
En aquellos días, a Eleazar, uno de los principales escribas, hombre de edad avanzada y semblante muy digno, le abrían la boca a la fuerza para que comiera carne de cerdo. Pero él, prefiriendo una muerte honrosa a una vida de infamia, escupió la carne y avanzó voluntariamente al suplicio, como deben hacer los que son constantes en rechazar manjares prohibidos, aun a costa de la vida. Los que estaban encargados del banquete sacrificial contrario a la Ley, como ya conocían de antiguo a este hombre, lo ponían aparte y le invitaban a traer carne preparada por él mismo, que le fuera lícita, y a simular como si comiese la mandada por el rey, tomada del sacrificio. Lo hacían para que, obrando así, se librara de la muerte, y por su antigua amistad hacia ellos alcanzara benevolencia.
San Gregorio Taumaturgo: Milagros al servicio de la evangelización
En el calendario tradicional, se celebra hoy la memoria de San Gregorio Taumaturgo. Se trata de un santo a quien el Señor acreditó con extraordinarios milagros. En la meditación de hoy, describiré algunos de ellos. Sabemos que el ministerio de Nuestro Señor y de los apóstoles también estuvo acompañado de grandes milagros, que manifiestan la amorosa omnipotencia de Dios.
Aunque los milagros no deben ocupar la posición central en nuestra fe, ni debemos caer en una especie de sensacionalismo buscando fenómenos extraordinarios, de ningún modo podemos pasarlos por alto ni mucho menos negarlos. Los milagros siguen ocurriendo hoy en día, como es el caso de Lourdes (Francia), donde incluso se los somete a una investigación científica.
Podemos maravillarnos de los muchos milagros que San Gregorio obró en nombre de Dios, que acreditaron su mensaje y llevaron a muchas personas a la fe. En efecto, este último es el gran milagro que puede suceder en la vida de una persona: despertar a la verdadera fe y comenzar a vivir como hijo de Dios.
“PARTICIPACIÓN EN LA OMNIPOTENCIA DEL PADRE”
«Este poder os lo ofrezco a todos vosotros, para que os sirváis de él en el tiempo y en la eternidad» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
“TRIUNFARÉIS SOBRE VUESTRO ENEMIGO”
«¿Queréis obtener la victoria sobre vuestro enemigo? Invocadme y triunfaréis victoriosamente sobre él» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
San Otmar, abad: Calumniado y desterrado
Hoy se conmemora a un santo muy vinculado a la región del Lago de Constanza, donde se encuentra la casa madre de la Comunidad Agnus Dei.
Otmar nació alrededor del año 690, probablemente en el seno de una familia noble del pueblo alamán. Gracias a su hermano, fue recibido de niño en la corte del conde Víctor en Chur (Suiza), donde gozó de una buena educación y destacó no solo por su talento y diligencia, sino también, y sobre todo, por su devoción y piedad.
Fue ordenado sacerdote y, durante un tiempo, prestó sus servicios en la iglesia de San Florín. Sin embargo, poco después, el tribuno Waltram lo puso al frente de la ermita de San Galo, el mismo lugar donde hoy se encuentra el monasterio de San Galo. La celda eremítica de este misionero irlandés, que había traído la fe a esa región, estaba a punto de caer en ruinas apenas un siglo después de su construcción. La pequeña comunidad cristiana que aún se congregaba en torno a la tumba de San Galo estaba a punto de extinguirse. Otmar logró fundar una comunidad monástica allí y sustituyó la celda de madera del santo por una iglesia de piedra.
“YA NO HABRÁ GUERRAS”
«Yo soy el Dios de la paz» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio). leer más
Orar sin desfallecer
Lc 18,1-8
Jesús les propuso una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer: “Había en un pueblo un juez que ni temía a Dios ni respetaba a los hombres. Había en aquel mismo pueblo una viuda que acudió a él y le dijo: ‘¡Hazme justicia contra mi adversario!’ Durante mucho tiempo no quiso, pero después se dijo a sí mismo: ‘Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, como esta viuda me causa molestias, le voy a hacer justicia para que deje de importunarme de una vez’.” Y añadió el Señor: “Ya oís lo que dijo el juez injusto. ¿No hará entonces Dios justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche? ¿Les hará esperar? Os digo que les hará justicia pronto. Pero, cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la Tierra?” leer más
“NUESTRO PADRE TRAE LA PAZ”
«He venido a traer la paz con esta “obra de amor”» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Nuestro Padre se refiere aquí a la verdadera paz: paz con Él, con los demás y con nosotros mismos.
San Serapio: Mártir de la fe y de la caridad cristiana
Cuando la necesidad es grande, Dios envía a sus mensajeros para ofrecer ayuda y consuelo. Grande era la necesidad de los cristianos cautivos bajo el yugo musulmán. Al ver su sufrimiento, San Serapio se conmovió tanto que se entregó a sí mismo como rehén, ya que no había suficiente dinero para pagar el rescate de todos los prisioneros.
¿Quién era este Serapio?
Nacido en Inglaterra hacia finales del siglo XII, había emprendido la carrera militar en su juventud y participó en una campaña contra los moros en España bajo el mando del duque de Austria. Decidió quedarse en la Península al servicio del rey Alfonso IX de Castilla, pero luego dejó las armas para ingresar en la Orden de la Merced, que acababa de ser fundada en Aragón por san Pedro Nolasco, con el expreso propósito de rescatar a los cristianos cautivos y esclavizados por los musulmanes.
