CARTA A LOS ROMANOS (Rom 8,14-17): “El Espíritu da testimonio de que somos hijos de Dios”    

Rom 8,14-17

Los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios. Porque no recibisteis un espíritu de esclavitud para estar de nuevo bajo el temor, sino que recibisteis un Espíritu de hijos de adopción, en el que clamamos: ‘¡Abbá, Padre!’ Pues el Espíritu mismo da testimonio junto con nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si somos hijos, también herederos: herederos de Dios, coherederos de Cristo; con tal de que padezcamos con él, para ser con él también glorificados. leer más

 CARTA A LOS ROMANOS: El ineludible combate  

Al principio del sexto capítulo de la Carta a los Romanos, san Pablo explica que, a través del bautismo, somos partícipes de la muerte y resurrección de Cristo y que, a partir de él, hemos de caminar una vida nueva. Esta nueva vida exige un esfuerzo por nuestra parte para desprendernos de la vieja vida, pecaminosa y vana. Así escribe el Apóstol:

“También vosotros debéis consideraros muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Por lo tanto, que no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal de modo que obedezcáis a sus concupiscencias, ni ofrezcáis vuestros miembros al pecado como armas de injusticia; al contrario, ofreceos vosotros mismos a Dios como quienes, muertos, han vuelto a la vida, y convertid vuestros miembros en armas de justicia para Dios; porque el pecado no tendrá dominio sobre vosotros, ya que no estáis bajo la Ley sino bajo la gracia” (Rom 6,11-14).

leer más

 CARTA A LOS ROMANOS (Rom 4,13-17): El padre de todos los creyentes  

Rom 4,13-17

En efecto, la promesa de ser heredero del mundo no se hizo a Abrahán o a su descendencia por medio de la Ley, sino por medio de la justicia de la fe. Pues si los herederos son los que proceden de la Ley, queda anulada la fe y abolida la promesa. De hecho, la Ley produce la ira; en cambio, donde no hay Ley no hay transgresión. Y por tanto, la promesa viene de la fe, para que, en virtud de la gracia, sea firme la promesa para toda la descendencia: no sólo para los que proceden de la Ley, sino también para los que proceden de la fe de Abrahán, que es padre de todos nosotros -conforme está escrito: Te he constituido padre de muchos pueblos-, delante de Aquel a quien creyó, Dios, que da la vida a los muertos y llama a las cosas que no existen como si ya existieran. leer más

“ME AFERRO A TI”

 

«No te fijes tanto en tus debilidades y limitaciones; sino en mí, que te he llamado y me aferro a ti, pase lo que pase» (Palabra interior).

En nuestro camino de seguimiento de Cristo, fácilmente caemos en la tentación de fijarnos demasiado en nuestras debilidades. Es el extremo opuesto del peligro de no reconocerlas en absoluto o de fijarnos solo en las faltas de los demás.

leer más

“VERDADERA JUSTICIA”  

«¿Qué sería la justicia sin misericordia? Aliada con las tinieblas de la crueldad, sería más bien injusticia que justicia» (Santa Catalina de Siena).

Santa Catalina de Siena hace aquí un alegato a favor de la misericordia. En efecto, en situaciones como una guerra, existe la gran tentación de ir más allá de los límites de la justicia, de dejarse llevar por las malas inclinaciones que habitan en el corazón del hombre y de que así la crueldad se alíe con la justicia, deformándola y volviéndola aterradora.

leer más

CARTA A LOS ROMANOS: El don gratuito de la Redención

 

“Así os lo escribió también nuestro querido hermano Pablo según la sabiduría que se le otorgó, y así lo enseña en todas las cartas en las que trata estos temas. En ellas hay algunas cosas difíciles de entender, que los ignorantes y los débiles interpretan torcidamente -lo mismo que las demás Escrituras- para su propia perdición” (2Pe 3,15b-16).

Comienzo la meditación de hoy citando estas palabras de San Pedro, porque, en efecto, los próximos capítulos de la Carta a los Romanos no son fáciles de entender. Por eso, me tomo la libertad de resumirlos y tratar de transmitir el contenido esencial de forma comprensible. Para ello, me basaré también en los comentarios de la Biblia católica Allioli-Arndt. Además, recomiendo a todos que lean los capítulos siguientes íntegramente para tener una visión más exhaustiva. De ser necesario, también conviene consultar comentarios adicionales.

leer más

“OPTAR POR EL AMOR”  

«Nosotros amemos, porque él nos amó primero» (1Jn 4,19).

En pocas palabras, la Carta de San Juan nos conduce hacia la fuente y la verdadera motivación del amor: nosotros queremos amar porque Dios es amor y nos amó primero. Esta es la certeza más profunda que puede acompañarnos como un faro constante en todas las situaciones de la vida y convertirse en nuestra motivación. Sólo hemos de pedir al Espíritu Santo que nos lo recuerde, y sin duda lo hará con alegría, ya que Él mismo es el amor entre el Padre y el Hijo.

leer más

CARTA A LOS ROMANOS (Rom 2,17-29): Los judíos y la Ley

Rom 2,17-29

Pero tú, que te precias de llamarte judío y confías en la Ley y te glorías en Dios y conoces su voluntad y, formado por la Ley, disciernes lo que es mejor, y te has convencido a ti mismo de que eres guía de ciegos, luz de los que están en tinieblas, educador de ignorantes, maestro de niños, que en la Ley tienes el modelo de la ciencia y de la verdad, ¿cómo es que enseñas a otros y no te enseñas a ti mismo?, ¿cómo es que predicas que no se debe robar y robas?, ¿cómo es que dices que no se debe cometer adulterio y lo cometes?, ¿cómo es que abominas de los ídolos y saqueas los templos? Tú, que te glorías en la Ley, deshonras a Dios al quebrantar la Ley. Pues, como dice la Escritura: ‘Por culpa vuestra es blasfemado el nombre de Dios entre los gentiles’. 

leer más