«Si en todas las adversidades nos abandonáramos con serenidad a la voluntad de Dios, estaríamos en el camino hacia la santidad y seríamos las personas más felices del mundo» (San Alfonso María de Ligorio).
Esta es una de esas frases que, si las asimilamos, pueden suponer un gran desafío para nosotros. Todos hemos sido llamados por nuestro Padre al camino de la santidad y todos queremos ser felices. De hecho, nadie podría imaginarse un cielo sin felicidad.
