1Jn 1,5-7
Éste es el mensaje que hemos oído y que os anunciamos: Dios es luz y no hay en Él tinieblas de ninguna clase. Si decimos que estamos en comunión con Él y sin embargo caminamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad. En cambio, si caminamos en la luz, del mismo modo que Él está en la luz, entonces estamos en comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos purifica de todo pecado.
Es un mensaje claro que debemos interiorizar profundamente. Se aplica tanto a nosotros mismos, ya que nos ayuda a liberarnos de todas las tendencias oscuras de nuestra alma, como a la imagen que transmitimos de Dios en la evangelización. De hecho, existen corrientes filosóficas y religiosas que defienden que en la divinidad también hay oscuridad.