«Finalmente, la creación del hombre… ¡Me complací en Mi obra! Luego el hombre cometió el pecado, pero precisamente entonces se manifiesta mi infinita bondad» (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Al ser omnisciente, nuestro Padre sabía que el hombre se separaría de él por el pecado. Sin embargo, su amor no permitió que ese conocimiento fuera un impedimento para crear al hombre y complacerse en su obra. Dios respondió al pecado del hombre con una bondad mayor aún y nos allanó el camino de la salvación. Todos los que seguimos a su Hijo Jesucristo conocemos este camino y, en él, podemos comprender cada vez más profundamente el amor de nuestro Padre.