“Fiado en ti, fuerzo el cerco,
con mi Dios asalto la muralla” (Sal 17,30).
En medio de la oscuridad, brilla una luz… Es la luz resplandeciente de la fe, que nos guía a través de las tinieblas que nos rodean en la actualidad. La fe no se deja perturbar, sino que sigue alabando la Venida de Cristo, su Nacimiento en Belén. Esta misma fe nos hace vigilantes para no pasar por alto los signos de los tiempos y estar preparados para el Retorno de Cristo.
La Sagrada Escritura nos enseña que la Segunda Venida de Cristo estará precedida por la manifestación del Anticristo (2Tes 2,3). Pero, así como desconocemos el día y la hora del Retorno del Señor, tampoco sabemos el momento en que aparecerá el Anticristo, aquel que pretenderá sentarse en el Trono de Dios (2Tes 2,4). Sin embargo, la oscuridad actual con su carácter anticristiano debería sacudirnos y despertarnos para asumir el lugar que Dios nos ha asignado en el combate espiritual.