Para avanzar en la vida espiritual es esencial obedecer al Espíritu Santo. Él es nuestro guía y maestro interior. Cuando nos familiarizamos con Él y aprendemos a escuchar y seguir cada vez mejor su voz, nuestro camino espiritual puede volverse más ligero y ágil.
Después de que el Espíritu Santo nos ha conducido a la primera conversión (me refiero a aquel momento crucial en que se toma la clara decisión de seguir a Jesús y no anteponerle nada, a diferencia de una actitud indecisa e indiferente hacia Dios), Él seguirá llevando a cabo su obra en nuestro interior (Véase la conferencia del Hno. Elías “El camino de la primera a la segunda conversión”: https://www.youtube.com/watch?v=Zn5k-uC4ko8&t=3742s).