En el año 1932, Dios Padre se apareció a una religiosa italiana, Sor Eugenia Ravasio. Ella puso por escrito el Mensaje que el Padre Celestial le confió. Después de una extensa y minuciosa examinación, el obispo local de Grenoble –donde tuvieron lugar las apariciones– reconoció como auténtico el Mensaje. Así, se nos ha concedido un librito sumamente valioso titulado “El Padre habla a sus hijos” (en este enlace puede descargárselo: https://www.amadopadrecelestial.org/mensaje).