A nuestro Padre le encanta estar junto a nosotros, los hombres. Así lo expresa en el Mensaje a la Madre Eugenia:
“Concluid, oh hombres, que desde toda la eternidad he tenido un solo deseo: darme a conocer a los hombres y ser amado por ellos. ¡Deseo permanecer incesantemente junto a ellos!” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).