“Escucha atentamente la voz del Corazón de Dios. Eso es más importante que leer muchas cosas” (Palabra interior).
He aquí una invitación de nuestro Padre Celestial a profundizar en nuestra vida espiritual, porque cada palabra que escuchamos del Señor y movemos en nuestro corazón es capaz de iluminar nuestra alma, darle orientación y fortalecer el vínculo del amor.