“Permanece en oración interior” (Palabra interior).
Si queremos permanecer en íntimo contacto con nuestro Padre Celestial, difícilmente encontraremos un medio más apropiado que la oración interior, el constante diálogo con Dios. Éste consiste tanto en escuchar atentamente –pues reconocemos su voz–, como también en elevar nuestro corazón a nuestro Padre.