Escuchar a la sabiduría

Sir 4,11-19

La sabiduría educa a sus hijos, y cuida de los que la buscan. El que la ama, ama la vida, los que en su busca madrugan serán colmados de contento. El que la posee tendrá gloria en herencia, dondequiera que él entre, le bendecirá el Señor. Los que le sirven, rinden culto al Santo, a los que la aman, los ama el Señor. El que la escucha, juzgará a las naciones; el que la cultiva, plantará su tienda en seguro.

leer más

ESPERAR AL ESPÍRITU SANTO

“No os anticipéis al Espíritu Santo” (Palabra interior).

El envío del Espíritu Santo es un gran regalo del Padre Celestial para nosotros, los hombres. Jesús les había hablado a sus discípulos de cuán importante sería su descenso y les había ordenado que lo esperasen (Hch 1,4). En efecto, fue Él quien los hizo capaces de anunciar el Evangelio con autoridad, al hacerse eficaces en ellos sus 7 dones.

leer más

“IMPLORAD UN CORAZÓN NUEVO”

“Primero tenéis que sufrir bajo vuestro corazón malo; luego, implorad de rodillas un corazón nuevo” (Palabra interior).

Jesús nos da a entender con toda claridad que lo malo sale de nuestro propio corazón (Mt 15,19). Es una constatación muy triste, pero es la realidad. Normalmente no nos gusta escuchar este tipo de verdades, pues no corresponden a la imagen que tenemos de nosotros mismos ni a cómo queremos presentarnos ante los demás. Sin embargo, el Señor, al decirnos esta verdad, nos da una llave de oro.

leer más

Dios levanta a los muertos

 

Ez 37,1-14 (Lectura para el Lunes después de Pentecostés)

El Señor puso su mano sobre mí y, por su espíritu, me sacó y me colocó en medio de la vega, que estaba llena de huesos. Me hizo pasar por entre ellos en todas direcciones. Los huesos eran numerosos y cubrían la superficie de la vega, y estaban completamente secos. Me dijo: “Hijo de hombre, ¿podrán vivir estos huesos?” Yo respondí: “Señor, Yahvé, tú lo sabrás.” Entonces me dijo: “Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra de Yahvé. Esto dice el Señor Yahvé a estos huesos: Voy a infundir en vosotros un espíritu que os hará vivir.

leer más

LA LLAMA DE LA ESPERANZA

“Deseo que el hombre recuerde frecuentemente que yo estoy ahí donde él está; que no podría vivir si yo no estuviera junto a él, vivo como él. A pesar de su incredulidad, jamás dejo de estar con él” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).

El recuerdo de Dios… ¡Con qué facilidad se desvanece de nuestra memoria! ¡Con qué rapidez nuestros pensamientos se ocupan de las cosas de este mundo y empiezan a divagar! Incluso hay personas que se pasan toda una vida sin pensar en Dios, y quizá han oído hablar muy poco o nada de Él.

leer más

Solemnidad de Pentecostés: “El Espíritu todo lo ordena”

1 Cor 12,3b-7.12-13

Hermanos: Nadie puede decir: «Jesús es el Señor», si no está impulsado por el Espíritu Santo. Ciertamente, hay diversidad de dones, pero todos proceden del mismo Espíritu. Hay diversidad de ministerios, pero un solo Señor. Hay diversidad de actividades, pero es el mismo Dios el que realiza todo en todos. En cada uno, el Espíritu se manifiesta para el bien común. Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo –judíos y griegos, esclavos y hombres libres– y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.

leer más

VIVIR EN LA VERDAD

“Vosotros, que estáis en la verdadera luz, decidles [a los hombres] cuán dulce es vivir en la verdad” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).

Esta petición brota de lo más profundo del Corazón de nuestro Padre Celestial y se dirige a todas las personas que están en la verdadera luz. Es importante prestar mucha atención a estas palabras: sólo cuando vivimos en la “verdadera luz” somos capaces de dar ese testimonio que el mundo necesita con tanta urgencia. ¡La ambigüedad no hace más que confundir a las personas!

leer más

Novena de Pentecostés – Día 9: “El Esposo de las almas”

Si en las últimas meditaciones hemos llegado a conocer y amar al Espíritu Santo como Amigo y Custodio de nuestras almas, queremos hoy contemplarlo como el Esposo de nuestra alma.

Todas las expresiones del amor en el ámbito humano tienen su punto de partida en Dios mismo. Así, podemos hacer esa bella comparación, considerando al Espíritu Santo como el Esposo que corteja nuestra alma.

leer más