“¡El tiempo apremia! Desearía que los hombres sepan cuanto antes que los amo y que Mi mayor felicidad consiste en estar y hablar con ellos, como un Padre con sus hijos” (Mensaje de Dios Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Resulta evidente cuán importante es para nuestro Padre que los hombres reconozcamos su amor. ¡El tiempo apremia! Y esto es tan cierto: cada día que vivimos conscientes del amor de nuestro Padre es tan rico para nosotros y una felicidad para el Padre, en cuanto que puede comunicarnos su amor. En cambio, cada día en el que no reconocemos su amor y, en consecuencia, no le correspondemos, es tan pobre.