“Da al Altísimo como él te ha dado a ti, con ojo generoso, con arreglo a tus medios” (Sir 35,9).
¡Qué maravillosa invitación a honrar a nuestro Padre y vivir en una relación de amor con Él! Se trata de cobrar cada vez más consciencia de su bondad y responder a ella con generosidad. Si seguimos esta sabia indicación, muchas cosas cambiarán.