“Yo quiero ser la esperanza de la humanidad. ¿No lo soy ya? Si yo no sería la esperanza de la humanidad, el hombre estaría perdido” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
Especialmente en estos tiempos de tanta oscuridad, las palabras de nuestro Padre nos señalan el camino. Él las ha pronunciado de una vez y para siempre, y quiere que las asimilemos profundamente.