Conocer, honrar y amar al Padre…
Comprendemos que, a través del primer mandamiento, nuestro Padre Celestial nos invita a corresponder a su amor con toda nuestra existencia, sin retenerle nada.
Conocer, honrar y amar al Padre…
Comprendemos que, a través del primer mandamiento, nuestro Padre Celestial nos invita a corresponder a su amor con toda nuestra existencia, sin retenerle nada.
2Cor 11,18.21b-30
Dado que muchos se glorían según la carne, también lo haré yo. En cualquier cosa que alguien presuma -lo digo como un insensato- también presumo yo. ¿Son hebreos? También yo. ¿Son israelitas? También yo. ¿Son descendencia de Abrahán? También yo. ¿Son ministros de Cristo? Pues -delirando hablo- yo más: en fatigas, más; en cárceles, más; en azotes, mucho más.