LA IRA DEL SEÑOR

“Aun si las personas se encuentran con mi ‘ira’, quiero que sepan que las amo y las llamo a la conversión” (Palabra interior). 

“El Señor corrige a quien ama” (Hb 12,6). La intención de nuestro Padre es siempre la de llamarnos a la conversión. Si permite que las personas sientan las consecuencias de su actuar, es decir, que se encuentren con su “ira”, entonces también esto lo hace movido por amor, con el fin de sacudirlas y despertarlas. A veces parece no haber otra alternativa para apartar a la persona de sus malos caminos y hacer que se vuelva a Dios.

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