EL SEÑOR SATISFACE MI ANHELO

 “El Señor repara mis fuerzas. Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre” (Sal 23,3). 

La traducción alemana de este versículo dice: “El Señor satisface mi anhelo” en lugar de “repara mis fuerzas”. En efecto, Dios ha sembrado profundamente en nuestro corazón el anhelo hacia Él. En su Sabiduría, nos permite experimentar que nuestra vida carece de algo esencial cuando no lo conocemos y otras cosas ocupan su lugar en nuestro corazón. Aunque inicialmente no percibamos ni entendamos mucho este vacío, y aunque las muchas distracciones nos satisfagan temporalmente, en el fondo de nuestra alma sabemos que: “Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío” –como lo expresa el salmista (Sal 42,2).

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