“Mi alegría al estar entre vosotros no es menor a la que experimentaba cuando estaba junto a mi Hijo Jesús durante su vida terrenal” (Mensaje del Padre a Sor Eugenia Ravasio).
¿Quién podría complacer a nuestro Padre tanto como su Hijo Unigénito, que le fue obediente hasta la muerte? ¡Y qué alegría debió ser para el Padre escuchar el “sí” de la Virgen María a su Voluntad!