“Todo el que invoque el nombre del Señor se salvará” –atestigua la Sagrada Escritura (Rom 10,13).
Tal vez no siempre entendemos inmediatamente que sea tan fácil salvarse… En efecto, conocemos también aquellas otras afirmaciones de la Escritura sobre el camino angosto que conduce a la vida eterna y la puerta amplia que lleva a la perdición, y el Señor advierte que “son muchos los que entran por ella” (Mt 7,13).