Jer 17,5-8
Esto dice el Señor: “Maldito quien confía en el hombre y hace de las creaturas su apoyo, apartando su corazón del Señor. Será como un cardo en la estepa, y no verá el bien cuando viniere; habitará en los sequedales del desierto, en tierra salobre e inhóspita. Bendito quien confía en el Señor, pues no defraudará su confianza. Será como un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces. No temerá cuando llegue el calor, su follaje estará frondoso; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto.”