Jn 1,35-42
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dijo: “He ahí al Cordero de Dios”. Al oírle hablar así, los discípulos siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que le seguían, les preguntó: “¿Qué buscáis?” Ellos le respondieron: “Rabbí -que quiere decir ‘Maestro’-, ¿dónde vives?” Les respondió: “Venid y lo veréis.”