¡Ahora estás aquí, Niño Divino!
¿Qué te movió a venir donde nosotros, a un mundo tan hostil?
La razón sólo puede estar en Tu inconmensurable amor a nuestro Padre Celestial, y en Tu infinito amor a nosotros, los hombres.
¡Ahora estás aquí, Niño Divino!
¿Qué te movió a venir donde nosotros, a un mundo tan hostil?
La razón sólo puede estar en Tu inconmensurable amor a nuestro Padre Celestial, y en Tu infinito amor a nosotros, los hombres.