Rom 3,21-30a
Ahora, independientemente de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios de la que hablaron la ley y los profetas. Se trata de la justicia que Dios, mediante la fe en Jesucristo, otorgó a todos los que creen –pues no hay diferencia; todos pecaron y están privados de la gloria–. Éstos son justificados por Él gratuitamente, en virtud de la redención realizada en Cristo Jesús.