La Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que hoy celebramos, tiene sus orígenes en un acontecimiento que tuvo lugar en el año 335. El 13 de septiembre de aquel año se consagró solemnemente una gran Iglesia en Jerusalén, tras muchos años de construcción. Se la conoce como la “Basílica del Santo Sepulcro” o “Iglesia de la Resurrección”. Fue el Emperador Constantino quien la mandó construir, después de que su madre, Santa Helena, había encontrado la Cruz de Cristo el 13 de septiembre del año 320.