Jn 10,31-42
En aquel tiempo, los judíos trajeron otra vez piedras para apedrearle. Jesús les dijo: “Os he mostrado muchas obras buenas de parte del Padre. ¿Por cuál de ellas queréis apedrearme?” Le respondieron los judíos: “No queremos apedrearte por ninguna obra buena, sino por una blasfemia, y porque tú, siendo hombre, te haces a ti mismo Dios.”