Jn 5,17-30
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: “Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo.” Por eso, los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.