Hb 12,4-7.11-15
Hermanos: Todavía no habéis resistido hasta la sangre al combatir contra el pecado, y habéis olvidado la exhortación paternal que os dieron: “Hijo mío, no rechaces la corrección del Señor, ni te desanimes por su reprensión; porque el Señor reprende a los que ama y castiga a sus hijos preferidos”.