Las meditaciones de esta semana nos conducen paso a paso al tema de la contemplación.
En nuestra Santa Iglesia, contamos con una rica tradición mística, en la que se describe el profundo encuentro entre Dios y el alma, y también se nos invita a emprender un camino tal. Conocemos comunidades que se dedican enteramente a la oración contemplativa, y que, de esta forma, llevan ante Dios todas las preocupaciones e intenciones de la Iglesia y del mundo. Se retiran totalmente del mundo, y permiten que la llama del amor de Dios arda en su corazón.