Hoy trataremos el tema de cómo manejar nuestros pensamientos y sentimientos en el sentido de la formación espiritual, que implica la ascética.
“Los pensamientos retorcidos apartan de Dios” –nos dice el Libro de la Sabiduría (1,3). “Él [el Espíritu Santo] se aleja de los pensamientos vacíos” (1,5b).