Todo lo que hemos escuchado en las meditaciones anteriores sobre el Anticristo, muestra claramente cuán peligroso es el espíritu anticristiano para los hombres. Es el más tenaz y quizá también el último intento del Diablo de expandir su dominio al mundo entero, de subyugarlo y, si le es posible, ser adorado. Dios permite estas pruebas y las incluye en Su plan de salvación, porque nada sucede sin que Nuestro Señor lo sepa y sin que Él lo ordene conforme a Su Voluntad.