
En las meditaciones anteriores, habíamos señalado ya que el fundamento para todo acto de amor es el cumplimiento del primer mandamiento: amar a Dios con todo el corazón y con todas las fuerzas. Lo bueno que podamos hacer a partir de una decisión de la voluntad, sólo obtendrá su pleno resplandor al hacerlo en unión con Dios, dando testimonio de Él y haciéndolo, por tanto, para Su glorificación. leer más