
En la Sagrada Escritura y en el anuncio de la Iglesia se manifiesta el deseo de Dios de que todos los hombres se salven. Sabemos hasta dónde llegó esta voluntad salvífica de Dios: hasta la muerte en Cruz de Nuestro Señor para redimir a los hombres. ¿Puede haber un amor más grande? ¡No!