El perdón
Gracias al regalo de la fe, vuelve a despertar en el hombre su destinación eterna. La Palabra de Dios lo alimenta día a día, ilumina su entendimiento y ahuyenta las tinieblas de la ignorancia y del error. Pero para que esto llegue a ser eficaz en lo más profundo, sus culpas deben haber sido perdonadas, pues ellas son un peso en la vida de la persona y oscurecen su relación con Dios.