2Cor 11,1-11
¡Ojalá pudierais soportar un poco mi necedad! ¡Pero sí, soportadme! Porque estoy celoso de vosotros con los celos de Dios: os he desposado con un solo esposo para presentaros a Cristo como a una virgen casta. Pero temo que, como la serpiente sedujo a Eva con su astucia, así se corrompan vuestros pensamientos, y se aparten de la sinceridad y castidad debidas a Cristo.