Amado Espíritu Santo, Tú quieres que vivamos en fidelidad, y eso en una época en que la infidelidad parece haberse convertido en un estilo de vida. Es un arduo trabajo que tendrás que hacer, porque tantas personas ya no comprenden el sentido de la fidelidad, sea en el matrimonio, en las promesas que se pronuncian, en los votos religiosos, como en tantos otros aspectos… Muchas veces es necesario que volvamos a aprender lo que significa la fidelidad, la responsabilidad, la constancia y la estabilidad.