Mi 7,14-15.18-20
Apacienta a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que vive solitario en el bosque, en medio de un vergel. Que pasten en Basán y en Galaad como en los tiempos antiguos. Como cuando saliste del país de Egipto, haznos ver prodigios. ¿Qué Dios hay como tú, que perdone el pecado y absuelva al resto de su heredad? No mantendrá para siempre su cólera, pues ama la misericordia; volverá a compadecerse de nosotros, destruirá nuestras culpas y arrojará al fondo del mar todos nuestros pecados. Y mantendrás tu fidelidad a Jacob, y tu amor a Abrahán, como juraste a nuestros antepasados, desde los días de antaño.