Estando ya en vísperas de la Cuaresma, quisiera tocar un último tema en este “ciclo de espiritualidad”. Se trata de un tema que, si bien no es central, tampoco es insignificante para el camino espiritual. A lo largo de estas semanas, habíamos visto cómo Dios quiere conducirnos paso a paso hacia un seguimiento de Cristo cada vez más intenso. En primera instancia, dependemos de Su gracia, aunque nuestra cooperación consciente tiene también un rol fundamental.