Ayer nos habíamos enfocado en mostrar la importancia de la ascesis de los pensamientos, para que podamos obtener el dominio sobre ellos, y ser nosotros quienes decidamos qué clase de atención le damos a cada pensamiento. Después nos habíamos centrado en la lucha contra los pensamientos malos, a los que hay que combatir decididamente para que no ganen terreno.