EL PADRE DA A TODOS ABUNDANTEMENTE

«Si alguno de vosotros carece de sabiduría, que la pida a Dios -que da a todos abundantemente y sin echarlo en cara-, y se la concederá» (St 1,5). 

Nadie debe afligirse por carecer de una sabiduría especial. Sabemos que Dios distribuye sus dones según su voluntad (1 Cor 12,11) y no debemos olvidar que la mayor sabiduría consiste en guardar los mandamientos de Dios y seguir a Jesucristo. Si lo hacemos, poseemos mucha más sabiduría que quien acumula toda la ciencia del mundo, pero no conoce ni obedece lo esencial.

leer más