La tierra de su descanso

Hb 4,1-5.11 

Hermanos: puesto que la promesa de entrar en su descanso permanece en vigor, tengamos cuidado: no vaya a ser que alguno de vosotros piense que queda excluido. Porque a nosotros se nos ha anunciado el Evangelio igual que a ellos; pero a ellos de nada les aprovechó la palabra que oyeron, porque no estaban unidos mediante la fe a los que la habían escuchado. Porque los que hemos creído hemos entrado en el descanso, según está dicho: ‘Por eso juré en mi ira: ¡No entrarán en mi descanso!’, aunque las obras divinas estaban ya hechas desde la creación del mundo. 

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