
Hemos llegado al final de estas meditaciones sobre el “Mensaje del Padre”, y realmente espero que las palabras de nuestro Padre Celestial, junto con las respectivas reflexiones, hayan ayudado a mostrarnos con mayor claridad el amor que el Padre nos tiene, y que nos inviten a corresponder a este amor.
No hay nada más importante que cumplir a plenitud el primer mandamiento, y para ello necesitamos del amor de nuestro Padre; ese amor que nos ofrece con tanta abundancia, por no decir prodigalidad.