Ap 15,1-4
Luego vi en el cielo otro signo grande y maravilloso: siete ángeles que llevaban siete plagas, las últimas, porque con ellas se consumaba el furor de Dios. Contemplé también una especie de mar de cristal mezclado con fuego, y vi a los que habían triunfado sobre la Bestia, sobre su imagen y sobre la cifra de su nombre.