“MI LUZ AHUYENTA TODA OSCURIDAD” 

Mi luz ahuyenta toda oscuridad, hasta el punto de que te duela haber tenido aún el más mínimo pensamiento equivocado(Palabra interior).

Dios es luz y no hay en Él sombra alguna (1Jn 1,5). Nuestro Padre es el amor (1Jn 4,8b). Cuando el amor se derrama en nuestros corazones y nosotros nos dejamos mover por él, no podrá subsistir nada que se oponga a este amor. Así es como tiene lugar la purificación del corazón.

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